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Enseñar en el jardín maternal

Al leer el texto de Laura Pitluk, Claudia Soto y Rosa Violante me encuentro con aspectos conceptuales y teóricos del quehacer en el jardín maternal y propuestas concretas de trabajo.

La educación en el jardín maternal en su proceso de conformación nos encontramos ante desafíos de los viejos problemas y las nuevas propuestas.

La educación de los niños de 0 a 3 años implica determinados problemas que hace necesario pensar en instituciones educativas que desarrollen propuestas de enseñanzas adecuadas a los niños pequeños, y los cuidados básicos con intencionalidad pedagógica.

El reconocimiento del jardín maternal como parte del nivel inicial y como espacio educativo, se identifican en ella la tarea con las familias, el desarrollo del lenguaje, el abordaje de los contenidos, el rol del educador, sus estrategias e intervenciones, los espacios, los tiempos, los materiales, la organización institucional, la planificación, la propuesta de enseñanza.

Según estas autoras enseñar en el jardín maternal implica la idea de  cuidado, de afecto, de respeto. Significa  crear un clima de confianza, a través del vinculo, el cual ofrece oportunidades y facilita la posibilidad de comunicarse, de conocerse a si mismo y al ambiente en que están en interacción las otras personas y los objetos.

Sin embargo,  por más que se acepte esta afirmación, existe una discusión acerca de por qué, qué, cómo, con qué, dónde y cuándo se enseña.

En el  primer interrogante, se enseña para que los niños avancen en sus procesos de aprendizajes, para que avancen hacia los objetivos que se plantean, los contenidos que se abordan y las intervenciones de los adultos.

Con qué enseñamos se refiere a los materiales que se debe tener en cuenta para pensar en las propuestas de trabajo. Estos materiales no deben ofrecer ningún peligro. Es importante considerar que estos materiales deben permitir el juego y el accionar individual y la interacción con los otros.

Es fundamental el espacio donde se enseña, debe ser un lugar seguro, amplio y luminoso, posible de ser armado, desarmado y rearmado, debe ser estable y a la vez variable. El niño debe sentirse confiado y seguro para experimentar.

Se enseña en todo momento ya sea, cuando se resignifican las rutinas, cuando se acompaña los procesos, cuando se crea un ambiente propicio para el aprendizaje y cuando se plantean propuestas de enseñanza.

Claudia Soto y Rosa Violante construyen categorías que expresan diferentes formas de enseñar en el jardín maternal:

El docente debe ofrecer el cuerpo como sostén, que sostenga, que abrace, exprese afecto y  la seguridad de apoyo. El maestro debe interpretar con la palabra lo que le sucede al niño, toma la palabra en su lugar y lo introduce al diálogo.

Se debe generar un vínculo afectivo que genere un clima de confianza y tranquilidad. Estas acciones afectivas permiten al niño realizar acciones.

Es fundamental que el maestro construya escenarios, ambientes enriquecedoras que posibiliten diferentes exploraciones, acciones, etc. No se crean solo escenarios físicos, materiales, sino también  creados por la música, el habla, posibilidades motoras, cultura artística, plástica y literaria.

El adulto debe ofrecer su cuerpo, sus palabras, su afecto y armar escenarios desafiantes realizando acciones conjuntas con los niños.

En el siguiente video se muestra las distintas acciones del docente en las actividades que realizan diariamente, en este caso las rutinas diarias en un aula del jardín maternal:




La asamblea: la docente sentada con un grupo de niños pueden realizar actividades como cantar o leer un cuento.

Actividades en el aula: los niños realizan actividades de pintura con un previo armado del escenario con la ayuda del docente, en este caso en la pared, y ofreciendo distintos materiales a utilizar en el momento.

El momento del juego: el docente prepara previamente el escenario y los distintos objetos a utilizar  por los niños. Se enseña a jugar con los otros;  a elegir con qué  y cómo jugar;  realizar diferentes juegos como aparecer- desaparecer, dar -tomar, correr-atrapar.

El baile: armar un escenario donde los chicos puedan moverse fácilmente, seleccionar las canciones a ser utilizados para el baile. Se enseña: a realizar destrezas motrices.

En el momento del aseo se enseña a los niños a lavarse las manos y los dientes, a vestirse solos y doblar la ropa.

En el almuerzo se enseña a utilizar los utensilios, las servilletas, o una galletita para empujar la comida. En el momento de cambiado de pañales el docente debe crear un ambiente de seguridad y confianza, no debe ser solo una rutina, sino debe ritualizar estas actividades como por ejemplo: acariciarlo, besarlo, hablarle o cantarle alguna canción.

Los niños toman asiento para beber, se enseña a actuar respetando modos sociales de satisfacer necesidades básicas ya sea, en el momento de comer, la higiene y el sueño.

En el momento del sueño se enseña a adecuarse a un horario de siesta social en su cuna o colchoneta, relajado y placenteramente.

Todas estas acciones son contenidos  que se enseñan en el jardín maternal con una intención pedagógica.

Todas las acciones que el adulto realice junto a los niños deben estar orientados a promover una educación integral desde el momento de su nacimiento.

Anne Willis menciona ciertos principios y objetivos  de una educación de calidad e integral :
  • El cuidado individualizado hacia los bebés
  •  Debe haber una continuidad en las personas que están a su cargo
  •  Se los debe cuidar afectivamente
  • Debe haber un equilibrio entre la uniformidad y variabilidad
  • Deben ser protegidos a la sobre estimulación y el desorden
  • El docente debe ser receptivo a sus señale
  • Las rutinas diarias deben tener intencionalidad pedagógica, son oportunidades para aprender
  • Debe haber un equilibrio entre las prácticas de la institución  y la de la familia.